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Arquitectos: Ana Costa, arquitectura e design Ida
- Área: 5317 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Ricardo Oliveira Alves, Ricardo Quaresma
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicado en la Avenida da Liberdade 49, este reacondicionamiento devolvió al edificio su uso residencial, retomando así la vocación inicial de esta Avenida en el centro de la ciudad de Lisboa.
Este cambio de uso, de oficinas a viviendas, implicó una modificación en la fachada para adaptar su imagen al nuevo uso.
La Avenida da Liberdade, no solo por su escala, sino también por su importancia en el desarrollo de la ciudad de Lisboa, ha sido escenario de intervenciones de gran calidad arquitectónica, que, aunque también se presentan como algo completamente nuevo, siempre establecen un diálogo con la antigua ciudad que toman como punto de partida.
El edificio de oficinas existente, diseñado por el Gabinete de Arquitectura Risco, utilizó un sistema de métrica y proporciones de los edificios adyacentes (del final del siglo XIX) al que se le agregó una nueva "capa".
Este proyecto tuvo como principio la adición de un nuevo espesor a la fachada que permitiera crear balcones y trabajar con un sistema de relieves y sombras que retomara los temas de las canterías trabajadas en piedra. Se aprovechó el voladizo existente en el primer piso de aproximadamente 25 cm para ganar profundidad y alinearse con la fachada del edificio contiguo al sur. Así, se agregó una nueva "piel" utilizando nuevos materiales y sistemas constructivos con diferentes características estéticas y garantizando la comodidad térmica y acústica necesaria.
También se utilizó una nueva serie de elementos metálicos como barandas, adornos y carpinterías, trabajados como elementos de remate que completan esta voluntad de recuperar la escala de detalle singular que este edificio en este contexto permite.
Se adoptó un sistema tripartito clásico, con un basamento y una cubierta bien definidos, redefiniendo el piso retranqueado con elementos "filigránicos" de soporte y grandes acristalamientos en busca de la desmaterialización de este volumen.
La materialidad de la fachada se desarrolla en continuidad con el entorno y su tradición constructiva. Los colores y texturas elegidos siguieron este principio. La nueva "piel" se realizó con elementos prefabricados de hormigón trabajados en términos de pigmentación, textura y exposición de los agregados en un diálogo estrecho con los elementos metálicos de remate.
El último piso se utilizaba como un pequeño espacio de oficina conectado al Piso 6. Por lo tanto, se amplió el piso 7 para restablecer la escala de remate de la cubierta y calificar el área de terraza donde se construyó una piscina en el lado este.
La estructura de hormigón armado y losas fungiformes permitieron una gran flexibilidad en cuanto a la planta. Las carpinterías existentes, que eran basculantes y colocadas en el límite exterior de la fachada, pasaron a ser correderas y alineadas con el límite interior, lo que permite el acceso a balcones exteriores. De esta manera, se permite una relación más abierta de los apartamentos con el exterior, con las copas de los árboles y con las vistas de la Avenida da Liberdade.
